Far Nomo

A lo largo de toda la Costa Brava existen diversos puntos elevados desde los que el panorama se nos ofrece en todo su esplendor. Pero, posiblemente, ninguno como el que vislumbramos desde el mirador junto al Far de Sant Sebastià. A nuestros pies, la bahía de Llafranc, las calas de Calella de Palafrugell y Cap Roig y, al fondo, Palamós. Una maravilla natural que queda impresa en nuestra retina y que constituye una imagen imborrable.

Paisajes de l’Empordà. Tras extasiarnos al contemplarlos, nada mejor que dedicar un tiempo a saborear una buena comida. No hemos de ir lejos. Junto al propio faro se halla el restaurante Far Nomo, que une gastronomía y una privilegiada vista sobre el mar.

Allí, encontramos una propuesta que mezcla lo mejor de la tradicional cocina japonesa con los más representativos platos de la dieta occidental y, especialmente, de la mediterránea.

Fusión de sabores

Este nuevo restaurante nace como un proyecto conjunto que han desarrollado el Grupo Nomo, que cuenta con otros tres restaurantes en Barcelona, Nomo, Kuo y Umo, y con el establecimiento de comida para llevar (take-away) Nomo Moto; junto con el Hotel y Spa Mas de Torrent y el Hotel el Far.

Entre sus propuestas, que amalgaman oriente y occidente, encontramos “tapas japonesas” como la vieira a la plancha con foie y salsa teriyaki o entrantes como la ensalada de tomates del Ampurdán con ventresca de atún flambeada.

También tatakis como el de salmón con papaya y fresas de salmón o tartar de buey cortado con cuchillo al estilo japonés.

Claro está, las raíces japonesas se dejan notar con el tempura de verduras y langostinos, los fideos yakisoba a la plancha con verduras, el surtido de sushi y sashimi, los maki de atún o de salmón noruego y los rollos de alga nori con arroz entre los que destacamos el de anguila del Delta del Ebro con foie a la plancha y salsa teriyaki o el de langostino rebozado con salmón de Alaska y salsa tártara.

Como contrapunto, la consideración hacia el producto local se constata en el tartar de gamba de Palamós.

Una buena sugerencia es no perderse el menú de Nochevieja que están preparando. Por 80 euros y con bebida incluida podremos disfrutar de buena comida y una gran velada en un enclave privilegiado.

Vertiente cultural, menú de mediodía y chill-out

Una parte del edificio que alberga el restaurante estará próximamente  dedicada a actividades culturales, con exposiciones y presentaciones y un museo abierto a todos los visitantes.

Especial mención aparte merece el espacio chill-out, elegante, tranquilo, sin aglomeraciones, perfecto para relajarse degustando unas copas mientras se disfruta de la visión siempre cambiante del Mare Nostrum.

Es indiscutible que la naturaleza de un territorio confiere carácter a sus habitantes. Igualmente, la gastronomía es parte fundamental de la cultura de los pueblos. Aunar ambos aspectos en un mismo lugar es, sin duda, un privilegio que, en este caso, está cerca. ¡Aprovechémoslo!