Hace apenas dos meses que el grupo Green Vita ha abierto su nuevo local en Sant Cugat. Como en todos los restaurantes Green Vita, la propuesta se basa en cocinar platos que saben ser simultáneamente sabrosos y saludables. Healthy kitchen según la denominación oficial, sentido común según la muy personal opinión del que suscribe: buena materia prima, predominio claro de los elementos vegetales en los platos y cuando se trata de cocinar carnes, un uso de técnicas de cocción que no aportan grasas pero consiguen potenciar los sabores hasta el infinito y más allá.
¿Quieres un ejemplo de estas cocciones tan sanas como sabrosas en el paladar? Pues ahí tienes la brasa. El horno Josper (basado en la brasa de carbón, consigue temperaturas muy altas que doran el exterior y cuidan los jugos interiores de los cortes durante el asado) domina imperial la cocina vista del Green Vita. Cocina que, por cierto, es lo primero que te encuentras al acceder al local. A mí me parece una declaración de intenciones: bueno, sano y además a un precio razonable. No se puede pedir mucho más, la verdad.
Los platos son de ración generosa y los precios son muy contenidos teniendo en cuenta su calidad y cantidad. La sala es espaciosa, decorada con mimo y sabe transmitir una agradable atmósfera de relajación a base de colores claros, grandes ventanales, sillas de mimbre y abundantes plantas que aportan el toque final al conjunto. Agradabilísimo el personal. Tengo la suerte de tenerlo cerca de casa, así que de los siete restaurantes del grupo este es el que probablemente visitaré con más asiduidad.
Carrer Cerdanya, 2
Sant Cugat Barcelona
España
Combinar y aliñar ingredientes de calidad
Tres ideas para definir la cocina de Green Vita: combinaciones golosas, aliños intensos e ingredientes de calidad. Voy a tratar de explicarlo a través del ejemplo con el pollo de corral, que es un elemento clave en numerosos platos de su carta.
Lo puedes disfrutar en unos rollitos vegetales de inspiración tailandesa: el pollo braseado se combina con hummus, salsa de mostaza y granada. El bocado es suculento, crujiente y divertido. Pensados para que tú mismo te construyas el rollito, incorporando a tu gusto el pollo bien condimentado junto con el humus y directo al cielo del paladar.
Otro ejemplo del buen tratamiento del pollo lo encontramos en el muslo y contramuslo. Otra vez hablamos de pollo de corral. Siempre de corral. Esta vez asado y salseado con teriyaky. Al utilizar estos cortes que cuentan con una pequeña proporción de grasa infiltrada, cada bocado resulta jugoso y suculento. La famosa salsa japonesa con matices agridulces y la base de arroz con verduritas hace el resto: un plato tan festivalero como agradable al paladar.
¿Quieres más pollo? Tres tazas: esta vez la pechuga braseada –resulta interesante como son capaces de conseguir mantener la jugosidad del corte, cocción milimétrica servida sobre arroz rojo con edamames (habitas de soja, verdes y ligeramente crocantes), col kale, el toque dulce de algunas pasas, el umami del cacahuete y la poderosa salsa kimchi: coreana, picante y sabrosa, obtenida a base de maceraciones y fermentación de elementos vegetales.
Un plato picante para disfrutar y todas estas combinaciones logradas simplemente con el pollo. Ahora imagina otro ingrediente (ternera, pescado, puramente vegetal…) y ya tienes pillado el concepto que proponen: combos y aliños para dar y tomar.
Opciones veganas
Cuando hablamos de alimentación saludable, la opción vegana es un aspecto importante a considerar. Puedes por ejemplo optar por la ensalada de quinoa con granada y aguacate. A las conocidas virtudes de la quinoa (que empiezan por su agradable tacto en el paladar y terminan por su aportación alimenticia rica y equilibrada) se añade la mantecosa gloria del aguacate asado a la parrilla y un aliño que sabe controlar el ácido para resultar discreto pero que también resalta a base de complementar las virtudes grasas y suculentas del aguacate. Un platazo vegetal.
Postres ultra golosos
Los postres son un capítulo espectacular de Green Vita. Pasteles de tradición anglosajona como el Red Velvet (a base de bizcocho con remolacha) o el Carrot Cake (ídem pero utilizando la zanahoria) se combinan con propuestas de cucharada. En especial el tiramisú con mango, donde el queso mascarpone se presenta en cremosísima mousse y el bizcochito clásico del tiramisú incopora te matcha de origen ecológico. El resultado en una bomba de los sentidos, cada cucharada resulta es-pec-ta-cu-lar.
Fotos: Andreu Gilaberte.