Está situado en una preciosa cala, de la que toma prestado su nombre. Es una de esas impresionantes ensenadas ibicencas de aguas de un profundo azul cristalino, con la costa cubierta de cantos suavemente redondeados por las mareas, encerrada entre suaves colinas forradas de un precioso bosquecillo mediterráneo entre cuya espesura asoman aquí o allá estupendas mansiones. La playa en sí no es de las más abarrotadas de la isla, de ahí que la cala sea uno de los sitios preferidos para fondear por los propietarios de los lujosos yates que pueblan los puertos de la isla.
Jondal se integra perfectamente en el paisaje gracias a su decoración orgánica de tonos pastel, al más típico estilo ibicenco. Las mesas, directamente sobre la arena, buscan la sombra de los pinos bajo las que se sitúan. La carta rezuma Andalucía, aunque adaptada al producto local.
Como no podía ser de otra manera el pescado es el verdadero protagonista; frito, asado, a la brasa o crudo. También presumen de un buen surtido de mariscos, como ostras, mejillones, cigalas, gambas o almejas. Y para los que no les guste el pescado siempre habrá opciones de carne como un excepcional steak tartar de wagyu o un pollo del caserío asado. Aunque si hay algo que destaca en el apartado de carnes por encima de todas las cosas es el impresionante “jamón” curado de rubia gallega.
En cuanto a los acompañamientos tienen platos que bien podrían ser platos principales por su exquisita presentación y preparación como las mini zanahorias asadas al horno josper, los espárragos con romescu o los champiñones portobello escabechados con salsa diabla.
Un chiringuito sí, pero esto sigue siendo Ibiza
No hay que perder de vista que en Ibiza el lujo y la exclusividad son moneda común y, de hecho, se ha convertido en el principal reclamo turístico de la isla. Y en la carta de Jondal no faltan ambos ingredientes. Tanto es así que la carta tiene una amplia sección de platos elaborados cuyo ingrediente principal es el caviar. Resulta memorable el tartar de cigala con caviar. Por no mencionar la impresionante ensaladilla de cangrejo real (King crab) con caviar.
Cabe destacar, también, que Jondal, además de contar con el servicio de restaurante cuenta con un kiosko en el que podemos disfrutar de un buen vermú, cóctel o cerveza y picar algo o disfrutar de algún platillo más ligero y de una manera más informal.
En Jondal, conscientes de la máxima que reza que después de una buena comida no debería faltar un buen postre, se han esmerado con éstos últimos. Baste decir que la piña con crema catalana y sorbete de piña asada o el pastel cremoso de queso al horno son por si mismos un buen motivo para volver a este idílico chiringuito.