La Casa de Napoleón

La Casa de Napoleón, a la conquista del mejor menú del día de Vitoria
La Casa de Napoleón
La Casa de Napoleón
27 Julio, 2015
Igor Goikoetxea
La Casa de Napoleón se ha reconvertido en un coqueto templo del producto fresco. Con vocación de casa de comidas, no renuncia a sus vestigios históricos pero sin dejar de mirar al futuro.

La expresion "Hic Napoleon I imperator habitavit anno MDCCCVIII" (Aquí residió el Emperador Napoleón en el año 1808) y una figura del militar francés en una de las ventanas son los vestigios del pasado que, junto al nombre, se mantienen en La Casa de Napoleón en Vitoria.  Allí pernoctó el estratega galo, presuntamente de muy mal humor,  el 8 de noviembre de ese año debido a que tuvo que venir en rescate de su hermano José, que había sido derrotado en Bailén en lo que comenzaba a convertirse en la antesala del declive de su imperio que arrancó con la Batalla de Vitoria y el fin de la Guerra de la Independencia Española y se consumó unos años más tarde en Waterloo.

Esas son las reminiscencias del pasado en el caserón del Portal de Castilla 54 porque desde el mes de junio allí sólo se mira hacia el futuro. Se supone que al militar francés le agasajaron con buenas viandas durante su estancia hace 200 años, pero lo que es seguro es que difícilmente los anfitriones de entonces superarían en hospitalidad a Jorge Ezquerra y Sonia Fernández. Este matrimonio vitoriano ha reconvertido el fugaz hogar de Napoleón en una excelente casa de comidas en la que ofrecen ilusión, profesionalidad y calidad en grandes proporciones.

La clave estuvo en ese invisible reloj vital cuyas manecillas alcanzaron hace poco más de un año un punto que activó las alarmas de la pareja. "Llegamos a un punto en el que las circunstancias de la vida nos empujaron a emprender la aventura en solitario. Estaba a gusto con Josean Merino al frente de la cocina del PerretxiCo, pero vimos que era el momento de ponernos por nuestra cuenta. Después de mucho mirar, hemos encontrado todo lo que buscábamos en La Casa de Napoleón".

Cuenta Jorge que viajaron por toda la geografía española en busca de referencias y que en el caserón que acogió a Napoleón encontraron el  lugar donde podían hacer realidad su sueño de restaurante. "Siempre nos ha gustado el comedor vestido, la decoración cuidada y el ambiente acogedor".

De esta forma, han logrado ambientar un comedor con toques de Madrid, Barcelona, Alicante… con una mezcla de formas y materiales que consigue aglutinar en una misma estancia diferentes espacios. "Tienes mesa ovalada, redonda, cuadrada, sillas de madera, sillón de cuero… Hemos querido que el comensal pueda regresar y pensar que está aquí de nuevo por primera vez. Son muchos locales en uno solo, diferentes ambientes aunados en un solo local".

Producto fresco de temporada

El cuidado de la estética es directamente proporcional al cuidado del producto y se percibe nada más traspasar el umbral de la puerta cuando el primer vistazo se dirige obligatoriamente a lo que Jorge Ezquerra suele llamar el almacén de frutas y verduras. Tras una pequeña barra se agolpan los productos frescos de temporada que después se van a utilizar en la cocina y que aportan además de un colorido especial al establecimiento, una garantía de calidad que permanece a la vista y que el visitante agradece.

"Buscamos una cocina transparente, sin excesivos abalorios en la que el comensal reconozca perfectamente todo lo que tiene en el plato. Nuestra prioridad es la materia prima, el producto de temporada y a partir de él vamos elaborando los platos", explica el cocinero, que revela que primero mira el tiempo que va a hacer y en función de ello, elabora el menú y se decanta por unos u otros productos en su visita diaria al mercado.

Espárrago de Navarra, trigueros, cebolleta fresca, pimientos, tomates, huevos, piparras (guindillas)… se integran en la decoración del local, que cuenta también con una coqueta terraza acristalada y climatizada con la que eleva su capacidad a unos 80 comensales. La apuesta inicial de La Casa de Napoleón es convertirse en una casa de comidas habitual. "No huyo de la carta, pero me gusta más apostar por los menús diarios porque con el producto fresco me manejo bien y puedo garantizar la calidad. Tener que responder por los 30 platos de una carta me parece arriesgado. Prefiero abarcar menos, pero que todo esté bueno", asegura Ezquerra y prueba de su dinámica de trabajo es que sólo maneja un congelador y de dimensiones modestas. "Trabajamos permanentemente con producto fresco".

Además del gran surtido de frutas, verduras y hortalizas, en el restaurante siempre se pueden hallar cocidos, pastas y sugerentes platos de carne y de pescado como rodaballo al horno con vinagreta de setas de temporada o carrilleras de cerdo ibérico al vino de tempranillo con puré de patatas trufado. Ezquerra no descuida unos suculentos postres caseros y otra de sus apuestas es el maridaje de la comida con un buen vino de Rioja Alavesa o una cerveza Premium.

"Estamos trabajando con pequeñas bodegas emergentes y logramos que todos salgamos satisfechos. Ellas se dan a conocer, yo sirvo un vino muy bueno y el cliente se lo toma a muy buen precio. Con el menú entra un vino de año, pero el que quiera degustar el crianza del mes, sólo deberá de abonar 7 euros por la botella", explica Jorge Ezquerra, que no quiere que se le escape ningún detalle en esta nueva andadura. El brillo de sus ojos deja al descubierto las toneladas de ilusión depositadas en La Casa de Napoleón y quizá imbuido por el espíritu de conquista del emperador francés, no oculta su sana intención de convertirse a corto plazo en el restaurante que ofrece el "mejor menú del día de Vitoria".

Portal de Castilla, 54 bajo
01007 Vitoria Álava
España

945 778 800
Lunes a sábados de 12:00 a 15:00 h.

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