Unos geranios en el ventanal y unas maravillosas vistas al mar, unos azulejos que recuerdan a las antiguas vermuterías y una terracita que invita a relajarse. Esta es la carta de presentación de La Rambla 14, un local que nació el pasado octubre y que gracias al boca-oreja ya tiene su clientela fiel en Badalona.
En pleno Passeig de la Rambla, junto al mar, Laia Baena, Álex Aznar y Carlos Herrero, decidieron reconvertir una antigua tienda de surf en el acogedor y carismático bar de picoteo que es ahora La Rambla 14. Desde conservas de calidad, hasta patatas Corominas, pasando por tortillas de patata y boinas recién hechas, todo cabe en este rincón con carácter de Badalona.
El local tiene un aire vintage, recuerda a las antiguas bodegas y vermuterías, con sus azulejos en las paredes y sus vigas vistas. Aquí se recupera el “voceo” para anunciar los montaditos que van saliendo de su mínima cocina.
“El nombre de montadito se ha prostituído, aquí elaboramos boinas con ingredientes de primera calidad”, explica Álex Aznar, orgulloso de sus creaciones. Todas ellas parten de cuatro bases distintas: de pesto rojo, de tomate natural, de yogur y de queso Bauma de Girona. La boina se sustenta en el pan del día elaborado en el reputado Forn Bertran de la ciudad.
Con perdiz escabechada
Así, surgen combinaciones tan acertadas como la boina de alcachofa con Bauma y tomate seco, la de sardina ahumada con tomate o la de ventresca de atún con piquillo. Pero la más aclamada, por especial y realmente espectacular en su sabor, es la de perdiz escabechada. Cuenta Álex que surgió a partir de una anécdota, pero fue tal el éxito obtenido que actualmente ya encarga las conservas a La Fonda del Prado, elaboradas artesanalmente en Burgos.
En un buen aperitivo no pueden faltar las conservas, en este caso berberechos, navajas, mejillones, anchoas y boquerones en vinagre. Y el complemento ideal: unas patatas chips, pero de las que dejan huella. “Bajo ningún concepto va a entrar otra patata que no sea las Corominas”, resume entre risas Laia. Y es que es bien sabido que “las Corominas”, fritas y artesanales, son un orgullo y un símbolo para Badalona.
Pero lo que ya ha dado popularidad a La Rambla 14 son sus cañas. Porque están bien tiradas y porque tienen su medida justa de espuma, como dicen los maestros que debe de ser una buena cerveza. “Deja el encaje de Bruselas en el vaso”, comenta Álex. Y es cierto. A cada sorbo, la espuma deja su marca en el vaso, y este rastro delata si la cerveza estaba bien tirada o no. Así lo aprendió Álex de la mejor tradición cervecera y así lo cuenta a sus divertidos clientes.
Porque si algo tiene La Rambla 14 es un ambiente bullicioso, alegre, distendido, con clientela local e incluso algún fan llegado de los pueblos vecinos. Esta bodega de Badalona, con su apuesta por las conservas de calidad, los montaditos recién hechos y esas cañas de aplauso, se está ganando un sitio entre la exigente concurrencia badalonesa.