Las Merchanas

Desde que era un niño, Pepe Tejón, propietario de este singular establecimiento, ya sabía lo que quería: “una taberna cofrade de aspecto añejo”. Porque si hay algo que le gusta a Pepe es la Semana Santa. Desde los 9 años pertenece a este mundo y ha sido integrante de bandas. Hoy es director de una de ellas y regenta este emblemático local del centro en Calle Mosquera de Málaga que, a pesar de llevar tan sólo seis años abierto, está recomendado por multitud de guías turísticas y programas de televisión. Pero no penséis que es un “local para guiris”, ni mucho menos. Si no que se lo pregunten a los malagueños que hacen cola por las noches a las puertas de la taberna para coger un barril o una mesa en el comedor.

La cocina que ofrece Las Merchanas es tradicional, “comida casera de toda la vida”, apunta Pepe, “para tomar un buen tapeo con la familia o los amigos”. Un sinfín de raciones, montaditos y rebanás hacen de este sitio un lugar de culto para público de todas las edades. Sus platos más populares son el flamenquín, servido con patatas fritas “cortadas a mano”; las croquetas de la abuela Mary, con buen sabor a jamón; los montaditos de pringá, calentitos, recién hechos y con unas patatas chips; y la ensaladilla rusa, bien servida con sus buenas aceitunas. Cabe decir que el flamenquín y las croquetas de la abuela Mary tienen tanto éxito que Pepe tuvo que contratar a dos mujeres que están dedicadas sólo a la preparación de estos platos, que se hacen con calma y con cariño, como se hace la buena cocina.

Otros platos muy destacados de la carta y muy demandados por los clientes son los filetes al Jerez, los calamares con alioli y la Tortilla La Civila, un plato homenaje a la abuela de Pepe, que era hija de un guardia civil y recibía este apodo, que consiste en una tortilla de patatas con ajo y perejil muy picaditos.

De sus montaditos los más famosos son el De la Casa, de filete, tortilla y mojo picón; el Cuaresma, de pollo, tomate, lechuga y mahonesa; y el Casapalma, de queso manchego, anchoa, tomate y aceite de oliva. Todos servidos calentitos y con patatas chips. Las alusiones a la Semana Santa y a Málaga son constantes en la carta de Las Merchanas, es el homenaje de Pepe a la ciudad que lo vio nacer y a lo que más le gusta. Así, vamos a encontrar, por ejemplo, un Tribuna pa los pobres, en clara alusión a las escaleras de la Calle Carretería, que es una bandeja de lomo, huevo, chorizo y patatas con alioli. Eso sí, Pepe nos advierte: “es un plato pensado para compartir, que es muy grande”. Para los que se decanten por el pescaíto frito, también tienen en carta patitas de pulpo, jibia frita, rosada con alioli y bacalao frito.

La peculiaridad de Las Merchanas no solo reside en la comida y en el nombre de sus platos, sino también en sus paredes. El local era una antigua carbonería que Pepe brindó como homenaje a las mujeres de su familia, de apellido Merchán, de ahí el nombre de la taberna. Más tarde integró el local de al lado, una antigua imprenta, como comedor destinado a grupos más numerosos. Las paredes son un lienzo de recuerdos familiares, antigüedades y culto a la Semana Mayor de la capital y en las televisiones que hay repartidas por el espacio se pueden ver procesiones de todos los tiempos, que van acompañadas de una música también singular que flota en el ambiente: al mediodía, flamenco y copla… Imperio Argentina, Perlita de Huerlva, Antonio Molina…

Y por la noche las marchas procesionales en un ambiente más bullicioso en el que no es raro ver a Pepe pasearse entre sus clientes inciensario en mano. Realmente, la Semana Santa dura todo el año en Las Merchanas de Calle Mosquera, al igual que en su taberna nueva, Las Merchanas de Calle Andrés Perez, a tan sólo unos metros de la original, que abrió sus puertas hace unos meses para atender a todo el que quiere disfrutar de este espectáculo que además de gastronómico también es cultural.