Entrar en Can Cuxart es sumergirse en un comedor típico leonés. Paredes de piedra y un aire rústico al que se une el olor de sus platos, cocinados con mimo y a fuego lento. Tanto en la entrada como dentro del restaurante hay un cartel que reza las virtudes del cocido maragato, el plato más popular de esta casa de comidas.
Lo sirven desde hace más de 20 años, siguiendo la tradición de la época medieval de Astorga y de Castrillo de los Polvazares, un pequeño pueblo leonés muy cercano al primero. Se trata de un manjar contundente y suculento que incluye varios platos. El cocido maragato, además, tiene una singularidad: se empieza al revés. Primero se come la ensalada, luego la carne, los garbanzos, las verduras y la sopa y, finalmente, la natilla casera. Enriqueta Jiménez, Enri, propietaria del local junto a Jose Antonio García Carrizo y Chantal García Jiménez, nos revela el por qué de este orden. "Acabamos con la sopa porque los arrieros de aquella época empezaban por lo que daba más energía, es decir, la carne y garbanzos. Dejaban para el final la sopa y las natillas, por si tenían que marcharse y no les daba tiempo de comerlo todo". Sin duda, irían bien servidos, con todo lo que incluye el cocido maragato, cuya elaboración lleva unas tres horas.
También son contundentes y apetitosos los arroces de Can Cuxart, que lleva más de 30 años en Nou Barris, en un local anteriormente ocupado por El Rincón de Aragón, otro establecimiento muy popular en el barrio. Preparan uno de marisco con gambas, almejas y mejillones, un arroz negro con sepia y alioli, otro caldoso de bogavante y uno de conejo. Como no podía ser de otra manera, las carnes son protagonistas de la carta del restaurante. Entre sus especialidades, encontramos el cabrito y el cordero al horno, el chuletón y el solomillo de ternera. También tienen un asador, donde preparan a diario pollos a l'ast.
Carrer de Costa i Cuxart, 37
Barcelona Barcelona
España
Cocinan 10 kilos de rabo de toro a la semana
Merece una mención especial el rabo de toro a la cordobesa, una de las propuestas más aclamadas. No en vano cada semana cocinan 10 kilos de rabo de toro, según nos cuenta Enri. En clave carnívora, elaboran hamburguesas caseras con pan de masa madre. Destacan la de buey con queso de cabra, cebolla y un ketchup especial que hacen in situ, y la hamburguesa maragata. Se llama así porque se prepara con las sobras del cocido maragato. Esta deliciosa burger de aprovechamiento también lleva tomate, pimientos y cebolla.
Quienes prefieran pescado, podrán disfrutar de variedades como el bacalao con alioli, la lubina y la dorada al horno o el rape con almejas y gambas. Asimismo, las ensaladas están presentes en la carta de Can Cuxart, donde no faltan la Caprese, la ensalada César, la de queso de cabra o la de queso azul.
En los cuatro espacios interiores del restaurante, o en su terraza exterior, se puede disfrutar de una gran variedad de tapas, que incluyen patatas bravas con una salsa casera especial, chipirones, almejas y gambas al ajillo, mejillones y tablas de quesos y de embutidos ibéricos, en las que no faltan el chorizo picante de León y la cecina. Quienes aún tengan hueco, podrán saborear los postres caseros de esta casa de comidas, con propuestas como el requesón con miel, los profiteroles, la tarta de queso, el tiramisú, la tarta de Santiago, la tarta tres chocolates y distintas variedades de helado.
Una amplísima variedad de menús
A las innumerables propuestas de esta casa de comidas, que abre de martes a domingo de 8 de la mañana a 12 de la noche y tiene cocina ininterrumpida, se añaden múltiples opciones de menú de mediodía. De martes a sábado tienen un menú por 14,20 euros, que incluye seis primeros, seis segundos, postre y bebida a elegir. Lo cambian a diario y se puede hacer medio menú por 10,50 euros. Otra propuesta diaria es el menú vegano, por 25 euros, y otro especial por 23,50, que incorpora bravas, calamares y ensaladilla rusa como entrantes, un plato principal a escoger, postre y bebida. Los domingos ofrecen un menú especial por 32,20 euros, que cambian cada semana. Además, tienen una extensa oferta de menús para grupos.
Un espacio con solera y tradición donde se puede disfrutar de un auténtico cocido maragato, de guisos y carnes elaboradas a fuego lento o de un tapeo de lo más informal.
Fotos: Marta Becerra