Divicnus

Divicnus: cocina tradicional de mercado con un toque moderno
Divicnus
Divicnus
6 Julio, 2020
Silvia Alberich
Este elegante restaurante de Vic ofrece platos elaborados con producto de calidad y unos postres creativos y originales.

Las calles empedradas y el casco antiguo medieval de Vic atraen a propios y ajenos, que quedan embelesados con el encanto de este municipio catalán. Un encanto arquitectónico al que se suma el gastronómico. Y de esto saben mucho -y muy bien- en Divicnus, un restaurante situado en pleno centro de Vic en el que se puede degustar cocina tradicional de mercado y mediterránea con un toque más moderno. Y también asiático, una cocina que conoce bien Marc Currius, chef del local. Carnes, pescados, platos con un toque original e innovador y unos postres que sorprenden a golpe de vista e impactan con la primera cucharada es la carta de presentación de este elegante restaurante.

Desde la entrada hasta la terraza, todo está cuidado con mimo y esmero. Amplio, bien distribuido y decorado con elegancia, el local, que fusiona el estilo vintage con lo tradicional, cuida cada uno de sus detalles, desde la coqueta estantería que te encuentras nada más entrar hasta su gran salón, en una de cuyas paredes cuelga un reloj de cuco de madera, y la terraza, que cuenta con un amplio jardín con una frondosa vegetación.

Restaurant Divicnus

Un menú gastronómico y otro diario

La cocina tradicional de mercado de Divicnus seduce por la calidad del producto y "por la vuelta de tuerca que le damos", cuenta Marc Galceran, maitre, amigo de Marc Currius de la infancia y socio desde finales de enero de este mismo año. La aventura conjunta de los dos Marc empezó recientemente, pero la de Divicnus se remonta a hace 8 años. Han mantenido el nombre, la acertada decoración del local y la calidad de los productos que ofrecen, a los que dan un toque más moderno. "La idea era rejuvenecer el estilo y hacer algo para todos los públicos", explica Galceran.

Sirven un menú gastronómico de 36 euros que permite degustar el amplio abanico culinario del restaurante e incluye unos entrantes para compartir, un segundo plato, que puede ser pescado o carne, y un postre a elegir. Este menú es el más solicitado por los clientes, pero también disponen de un menú diario por 18,50 euros, disponible de martes a viernes, que incluye propuestas de lo más variado, como un canelón de tomate con guacamole y salmón marinado, sandía a la plancha con sardina ahumada o medallones de carrilleras de cerdo confitado con crema de setas.

A estas delicias se suman sus platos estrella, como el rodaballo a la donostiarra. Este pescado noble viene acompañado de patatas confitadas a baja temperatura con hierbas, ceps y un toque de guindilla, "que le da un subidón de gustos y sabores bestial", asegura Currius. En clave carnívora, el steak tartar es el otro plato estrella del restaurante. También tiene mucho éxito la tallata de entrecot de vaca, aderezado con aceite de oliva extra virgen y escamas de sal y servido con el plato muy caliente. "Cuando te lo pones en la boca, parece miel", añade. Palabra de chef.

Rodaballo a la donostiarra

Steak tartar

Tallada entrecot de vaca

Otros dos platos que triunfan en la carta de Divicnus son el pulpo a feira, del que hacen una versión propia, servida en una cazuelita con patata confitada al pimiento rojo, y las vieiras con salsa curri, jamón ibérico y kikos. Una fusión de sabores singular por la combinación de la salsa curri con el crujiente de los kikos. Un crujiente que también se nota en la textura del pan que sirven, una barra gallega elaborada en Vic.

Pulpo a feira

Reconocidos con el Bib Gourmand

Los postres ponen el broche de oro a la oferta gastronómica de Divicnus, reconocido en dos ocasiones con el Bib Gourmand de la Guía Michelin, una distinción que se otorga a los restaurantes con mejor relación calidad-precio. "Damos un valor añadido a los postres clásicos. A nivel visual impactan mucho y son muy originales", confiesa Toni, el encargado del elaborarlos, quien cuenta con una amplia experiencia en postres tras haber trabajado con el chef estrellado Jordi Cruz.

A su sabor sublime se une la originalidad y la presentación que, en algunos casos, deja sin palabras. ¿Te imaginas pedir un tiramisú y que te traigan la tradicional cafetera italiana? No es que te estén sirviendo el café por adelantado, sino que en su interior se halla un exquisito tiramisú.

Tiramisú

Otro de los postres estrella del restaurante es, sin duda, el mandarina cheesecake. Lo que aparentemente es una mandarina colocada sobre una base de galleta alberga en su interior una textura cremosa. Una experiencia sensorial irresistible que se disfruta desde el primer bocado, como ocurre con el pan con aceite, sal y chocolate. Un postre tradicional al que dan un giro que lo convierte en un bocado sublime. 

Mandarina cheesecake

En la línea de la originalidad y el efecto sorpresa también se encuentra el lemon pie al revés. ¿Un pastel de limón invertido? Sí. Le dan la vuelta a la receta clásica e incorporan incluso una nube de azúcar quemada que ellos mismo elaboran. Creatividad al poder.

Carrer de Sant Miquel dels Sants, 1
Vic Barcelona
España

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