D'Excaro

En medio del silencio, bajo la efímera brisa, retumba el eco de un fogón. Un ápice de luz comienza a andar por el filo de un cuchillo. La risa canalla aviva el camino, sigue tu instinto sin mirar al lado. Es el destino. Juguemos con los sentidos. Esto es D’Excaro.  

Así precisamente se define este restaurante de nueva apertura en Denia (Alicante). Una apuesta por la innovación y lo atrevido, todo con el objetivo de hacer disfrutar al comensal de una experiencia gastronómica en mayúsculas. El artífice de esta locura es el joven chef granadino, Carlos G. Moreno. Un apasionado de la cocina que hace 11 años se instauró en La Marina Alta para desplegar todo su arte culinario. Tras su paso por varios restaurantes de renombre en la zona, decidió romper con todo y seguir su propio camino, su inspiración e instinto.  

Todo empezó hace dos años y medio cuando abrió su primer local D’Excaro Urban Food en Els Magazinos, un espacio dedicado a la gastronomía con “puestos” en los que degustar diferentes tipos de comida. Carlos optó por una fusión mediterráneo-asiática más atrevida con una apuesta firme por el concepto de cocina callejera, nuevos sabores y mucho show, demostrando que la alta cocina no solo se sirve en un restaurante, sino que también puede hacerse a pie de calle.

Pero ese carácter inquieto y emprendedor que demuestra le llevó al proyecto que actualmente tiene entre manos: D’Excaro. Un lugar donde rompe las reglas y que te sorprende en cada bocado. Una única mesa de 8 personas donde pasan muchas cosas, fundamentalmente sorpresas gastronómicas y exquisitas en todo lo que presenta. Un viaje guiado por el propio Carlos en el que va explicando el por qué de cada bocado y algunos de los “secretos” que guarda su receta. Y es que en D’Excaro cualquier plato tiene detrás una metódica y minuciosa elaboración, hasta la mantequilla de hierbas que sirve como acompañamiento a un exquisito y casero pan brioche.  

Con su Menú Experiencie pretende que sus clientes hagan un viaje gastro por todo el mundo. De ahí su crudo de Wagyu con su mantequilla y wasabi perfumado con shake o las gyozas, que te trasladan al continente asiático. Una fusión que va más allá con el siu mai de cochinita pibil al que se le inyecta, con una pipeta, una mezcla de soja y tequila. Y ya en Europa, el ceviche de ostra Guillardeau con esferas de caviar de aji amarillo o las cocochas de cerdo Duroc con sabayon Chardonnay, combinación hispano-francesa con el que se pone fin a esta particular travesía.  

Un recorrido que, aunque inspirado en otras culturas, bebe de la tradición de la cocina mediterránea de la zona, a la cual hace un homenaje con sus 3 snacks: gominola de pimiento asado y salazón, macaron de sobrasada y anchoa de Jávea y queso y vermut (una combinación perfecta con queso de oveja de Alicante acompañado de una mermelada del propio vermut). También en uno de sus principales, rinde homenaje a uno de los productos más emblemáticos de esta comarca: el figatell al que, como no podía ser de otra manera, da un toque thailandés para terminar transformándolo en una rica lasaña. Y como no, la gamba de Denia servida con un velo de panceta y bombón helado con el jugo de sus cabezas. Toda una explosión de sabor.  

Porque así es la cocina de Carlos, atrevida, radical, innovadora al tiempo que tradicional. Una tradición que pudimos ver también reflejada en sus postres donde hace un guiño a sus raíces con la torrija de Lanjarón (receta heredada de su abuela). Y hasta aquí podemos contar porque el “Final de Feria” se ha de vivir en directo. Sorprendente, divertido y muy dulce. 

En una de las paredes de D’Excaro reza la frase “La única salida es el éxito” y esto es precisamente lo que, estamos convencidas, le espera a Carlos Moreno. Se atreve, arriesga y sin duda gana. Su gastronomía gamberra te sorprende porque rompe los esquemas y te hace explotar el paladar activando cada uno de tus sentidos. Para Carlos no hay límites…