Arzábal FoodTruck
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No sirve de mucho plantearle algún inconveniente a Iván Morales y Álvaro Castellanos. Son de los que siempre encuentran una solución, por muy rebuscada que sea. Así pasó cuando quisieron llevar su cocina a otros lugares. Los dos chefs, abanderados del buen casticismo, el producto y las elaboraciones caseras, se liaron la manta a la cabeza y crearon un food truck con el que moverse a su antojo por diferentes lugares de la geografía española.
El último destino donde han aparcado su furgoneta ha sido Las Rozas Village, el gigantesco complejo al norte de Madrid. Con ella han amenizado este verano a muchos foodies y vecinos de la zona. Aún hay tiempo de probar una cuidada selección de sus especialidades, unas elaboraciones que ya son clásicos de la cocina española, como sus icónicas croquetas de jamón o las empanadillas, con las que juegan a imprimir sabor y personalidad.
C. Juan Ramon Jimenez, 3
Las Rozas de Madrid Madrid
España
Brioches gourmet
El bocadillismo ilustrado también es una de las bases de su recetario. Apuestan fuerte por los brioches, esponjosos y con un punto dulce. Una opción que combina muy adecuadamente con la ensaladilla rusa que le meten o el steak tartar con huevo de codorniz. La primera la hacen con bien de vinagrillos, uno de los básicos que también puede disfrutarse en los otros locales que tienen repartidos por la capital. Y no podía faltar su espectacular ternera cortada a cuchillo y salpimentada con una base generosa de picante. Un steak tartar de altura.
Morales y Castellanos se han convertido en el mejor reflejo de lo que ellos mismos definen como gastronomía informal. Una opción que mira de tú a tú a la cocina de siempre, pero a la que gustan de dar un giro. Ese que les acompaña desde que abrieron su primer local, frente al Retiro, y que ya es uno de los grandes modelos empresariales del buen comer en Madrid.
Sunset Terrace
Tras posicionarse en espacios icónicos, como puede ser el Mercado de San Miguel o la terraza del Museo Reina Sofía, ahora se lanzan a la conquista de otros emplazamientos. El food truck les está permitiendo ser selectivos, ajustando su carta a un modelo más móvil y a que la experiencia sea mucho más plena.
A esto también acompaña un destino como la terraza principal del Village, con unas maravillosas vistas a la sierra madrileña. De ahí que algunos hayan decidido renombrar la acción de Summer Terrace a Sunset Terrace. Los atardeceres, apostado en algunos de los bancos y mesas que hay desperdigados junto al food truck, se disfrutan mucho más con una caña y un bocata en la mano.
Cervezas y champagne
Y es que la parte líquida también es determinante, no han querido dejar nada al azar y ofrecen desde champagne a estupendas birras. Pasando por vinos, sangría y hasta cócteles, como su apetecible mojito. Los fines de semana y días indicados, como el reciente 15 de septiembre, amenizan la estancia con grupos en directo y pinchadiscos.
En definitiva, Arzábal lo ha vuelto a conseguir. Trasladar el espíritu de su castizo bar a un destino completamente diferente. Un food truck con estilo y buenas sensaciones, las mismas que transmite una de las parejas mejor avenidas de la gastronomía nacional. Y que sea por muchos años así.
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