“El pimiento ha de ser verde, los tomates colorados, la berenjena espinosa y los amores callados”. No es cosa mía, lo dice una copla leonesa que adelanta el significado de la expresión meterse en un berenjenal, pues estos, en el campo, suelen estar sembrados de espinas puntiagudas que dificultan el trabajo y exigen trabajar con prudencia y debida protección. En Vitoria, no obstante, la frase adquiere tintes más agradables desde la apertura, el 15 de noviembre de 2018, del Berenjenal, el último proyecto de Juan Carlos Antolín.
El hostelero es conocido en la ciudad porque regentó durante 21 años La Posada el Duende y, sobre todo, porque es el alma y principal impulsor de Ko-Tarro, un bar restaurante que ha calado entre el público local con una atractiva estética basada en la reutilización y una oferta gastronómica informal que no pierde de vista la tradición y contenta especialmente al celíaco. No obstante, Berenjenal tiene personalidad propia y no es sencillo encontrar similitudes.
¿Qué se come aquí? “Cocina tradicional. No creemos que en Vitoria tengamos un público como para que la gente busque ceviches y esas cosas; por nuestra experiencia, el público quiere saber lo que come, que le guste y le recuerde sabores que ha probado en tal sitio, en casa…”, señala Antolín antes de que Maribel de Juan, cocinera y socia, insista en que la suya es “cocina casera”.
“Con intención de rescatar sabores, aromas y colores de la cocina de antaño incluimos guiños a un banana split de postre, y a un cóctel de langostino. La nuestra es una carta con añoranza y una sólida base de cocina de mercado”, concluye De Juan, al tiempo que alude a pochas con piparrak (guindillas) y patitas de cordero. “Cocina de antes”. “No sabíamos por dónde empezar, yo vengo de la cocina más de amamas, más de abuelas, de toda la vida, y eso es lo que hemos intentado ofrecer, además de rescatar de otros lugares que hemos visitado algún plato que no haya en nuestra ciudad, como los huevos Benedictine”.
San Prudencio Kalea, 11
01005 Vitoria-Gasteiz Álava
España