El Cuelgue

Santi Templador maneja a la perfección varias disciplinas como la música, la decoración y por supuesto, la gastronomía. En El Cuelgue une todas sus pasiones y sobre todo, propone una cocina macarra, como él mismo la define.

El Cuelgue de Santi Temblador es un bar de barrio con alma, que mantiene la esencia de las tabernas o tabancos jerezanos antiguos, con tapas de toda la vida, pero con un toque muy personal. La casquería, por ejemplo, suele estar siempre presente en carta o como sugerencia. Ahora mismo, tiene lengua mechada con salsa al whisky cocinada a baja temperatura.

Montadito de pringá, pero con pato, mayonesa de lima y cilantro en pan brioche. Un mollete al vapor con mayonesa de trufa y pez mantequilla, o un pan bao de tartar de atún con mayonesa de kimchi. Estas son algunas de sus propuestas, "platos de allí, traídos aquí", aclara.

Torta de Inés Rosales, chicharrones de Cádiz, vinos de Jerez o una miel con amontillado de Bodegas Sánchez Romate. “Siempre miro por lo local y por nuestros productos e intento mantener a Jerez y Sevilla en lo más alto”, explica este jerezano de nacimiento y sevillano de adopción.

El Cuelgue es un proyecto tan único y particular, que hasta el pan lo elabora un panadero con medidas y diseños exclusivos. Al igual que la materia prima, para Santi Temblador la estética de los platos es muy importante y ofrece unas presentaciones muy cuidadas.

Algunas de las últimas novedades de la carta son la ensalada de tomates con cherrys multicolor, brotes frescos de rúcula y albahaca, pesto de tomate seco y burrata de búfalo flambeada. Y para compartir, magret de pato a baja temperatura con puré de boniato y verduritas a la naranja. Este último, además, va presentado en unos platos muy originales hechos por él mismo, en forma de monopatín.

En cuanto al apartado dulce, también hay postres muy elaborados y muy cuidados estéticamente. Crema de dulce de leche con tortas de Inés Rosales o chantilly de chocolate blanco con amarenas -cerezas encurtidas en amaretto- y tierra de almendras.

Además de cocinero, Santi Temblador es cantante de rap y lleva en la música el mismo tiempo que en hostelería, unos 20 años. El enfoque de este proyecto gastronómico precisamente es ese, “mi cuelgue, mi movida, los aliens, el rap y la gastronomía”. Por eso, en este acogedor bar de mesas altas y una pequeña terraza, hay muchos detalles decorativos hechos por él de esta temática.

Santi Temblador es de Jerez de la Frontera y desde hace 8 años vive en Sevilla, donde ha formado su familia. Comenzó su trayectoria en la hostelería fregando platos cuando tenía 18 años y enseguida despertó su interés por la cocina. Desde entonces no ha dejado de luchar para conseguir su sueño, trabajando principalmente en hoteles y restaurantes. Uno de sus últimos empleos fue como jefe de cocina en Mamarracha, del Grupo Ovejas Negras. En septiembre de 2022 abrió las puertas de El Cuelgue.