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Con Victoria Kemerer y Pablo Emiliano Pérez al frente, el Kökosnøt, en tan solo 2 años de vida, ha ganado ya numerosos premios y reconocimientos, tanto dentro como fuera de las fronteras andorranas.
Carrer Prat de la Creu, 29
AD500 Andorra la Vella (Principat d'Andorra)
España
Espíritu "Koko"
La fusión entre el estilo de Victoria, el bagaje de Pablo (reconocido sommelier) y los conocimientos de Èrik Rios Torres (chef que ha pasado por los fogones de El Bulli entre otros sitios) crea en Andorra una propuesta gastronómica moderna y creativa.
El proyecto que se inició como un reto personal en un momento donde tanto Pablo como Victoria sintieron que tenían que salir de la zona de confort, lleva el nombre del abuelo de ella (Koko) traducido al sueco, quién fue un importante apoyo para empezar con este sueño ahora hecho realidad.
La falta de cierta oferta gastronómica en Andorra hizo que Victoria y Pablo decidieran tirar adelante un restaurante donde disfrutar con todos los sentidos, donde se nos explique qué vamos a degustar, cómo está hecho ese plato, con qué productos, de qué forma: “comer con consciencia y con conciencia”, gracias a la explicación del equipo Kökosnøt.
Andorra en el mundo
Buscando ofertar una experiencia gastronómica diferente, el Kökosnøt recibe visitas de turismo gastronómico de todo tipo de procedencias. Por el espacio o por sus platos únicos (todos diferentes, hechos a mano por un ceramista catalán), por el menú ejecutivo (de martes a viernes mediodía) o por la carta, el restaurante es de visita obligada.
Texturas con producto de temporada (vegetarianas) o vaca rubia gallega con 3 años de maduración, solo disponible en los mejores restaurantes del mundo, son la excusa perfecta para reservar una mesa en el Kökosnøt.
Entre la amplia oferta seguro encontraremos platos que nos sorprendan, aunque seamos vegetarianos, veganos, alérgicos o intolerantes.
Qué no nos podemos perder
La carta se modifica de forma sutil, ya que hay clientes fieles a un plato. Innovación sin perder las propuestas estrella.
Ceviche y ceviche caliente, textura con hasta 10 tipos diferentes de setas o topping de ajo negro, espárrago de mar y anchoa del Cantábrico mezclados con materia prima excelente, hacen que las sensaciones en cada mordisco sean una experiencia obligada si visitamos el Principado.
Si somos carnívoros, sobrasada, secreto o carpaccio de chuletón de vaca rubia gallega madurada 36 meses serán uno de los manjares que solo encontraremos en este restaurante andorrano.
El pequeño y bien avenido equipo internacional del Kökosnøt suma para aportar sensaciones a nuestra mesa. Nombres y productos locales para traer la esencia del país donde han nacido tampoco pueden faltar, como el abeto de Engolasters.
Postres
La contaminación de los mares interpela al comensal en unos postres que se sirven sobre un plato del provocador artista francés residente en Andorra Philippe Shangti. Sin azúcar, sin harina de trigo, los postres del Kökosnøt harán enloquecer a los alérgicos e intolerantes más sibaritas.
Bodega
“The twilight zone” (la dimensión desconocida) es el nombre de la bodega única en el país, con más de 600 referencias de todo el mundo: México, Australia, Argentina, sin oblidar Francia, Italia o España, así como vinos de pequeña producción o los vinos con sello andorrano, están presentes en su exclusivo espacio.
Y si la oferta de vinos ya es un buen reclamo para sentarnos en el Kökosnøt, el uso de Coravin (posibilita la extracción de una copa de vino sin estropearlo y mantiene el resto intacto dentro de la botella durante 2 años) hace que el restaurante justifique por sí mismo un desplazamiento hasta Andorra.
Poder recordar buenos momentos viajando en el pasado gracias a la gastronomía, sea por su sabor, por los aromas, por la presentación, hace del Kökosnøt una experiencia para todos los sentidos. Dedicación, pasión, creatividad y atrevimiento definen este restaurante del centro de Andorra la Vella.
Fotos: Kökosnøt
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